Thursday, April 30, 2009

De lo que me acuerdo

Son muy limitadas las memorias que tengo de antes del miércoles 9 de agosto de 1978. Estas memorias son como pequeños chispazos especialmente de lo que era mi vida en Cartagena. Me acuerdo que vivíamos cerca de una playa a la que íbamos con cierta frecuencia. También me acuerdo cuando íbamos a comer a un restaurante que quedaba dentro de un barco y se llamaba el Galeón. Recuerdo que tenían un gran acuario, pero no me acuerdo de la comida. Me acuerdo también la vez que me mandaron solo en avión a Medellín. Estaba enfermo y querían que me viera un doctor allí. Me acuerdo que me quedé donde MamaLibia. En este viaje lloré porque el avión hizo escala en Barranquilla, pero yo pensé que era Medellín y quería bajarme. También me acuerdo cuando vinieron Diana y Pia de vacaciones a Cartagena. Me acuerdo cuando jugaba con ellas en el mar. Me acuerdo de cuando me disfrazaba de Llanero Solitario y mi papá me llevaba a una heladería. De la casa en que vivimos, me acuerdo que tenía un solar, en el que una vez la perra que teníamos encontró una culebra. También recuerdo haber visto un cangrejo verde que apenas sintió mi presencia se escondió. De la vida en Medellín antes del nacimiento es poco lo que creo recordar. Mis memorias se centran básicamente en lo mucho que lloraba en la guardería a la que mi mamá me llevaba. Precisamente el día del nacimiento, mi papá me recogió o me llevó (no me acuerdo) a la guardería. Yo tenía el uniforme azul y me contó que ya había nacido mi hermanita. ¡Me sentí tan feliz! No me acuerdo si fui al hospital, ni tampoco me acuerdo del bautizo. Pero me acuerdo que una vez casi te caés del coche azul que teníamos pero yo te agarré antes. ¡Estuve tan orgulloso! Eso fue algo que mi mamá repetía constantemente.
No sé cuando nacerá Elena, pero en mi corazón siento que el momento se acerca y sé que ella lo sabe también. Anoche la sentí moverse y le dije que ya la estábamos esperando. Sé que Ben estará tan feliz como yo lo estuve cuando vos naciste.

Thursday, April 23, 2009

La cámara



Sin intención alguna había estado posponiendo el supuesto arreglo de la cámara que nos pasaron. La verdad siempre le he tenido miedo a la cámara porque me representa a vos, y siento que es una gran responsabilidad usarla. Al tenerla en mis manos me parece estar viéndote tomar fotos a todo lo que Ben hacía, o Katie. Ayer intenté hacer algo similar, para continuar, de alguna manera lo que siempre has hecho y es mantener una memoria fotográfica de lo que ha sido tu vida y la de las personas que te rodean. Nosotros, de cierta manera, habíamos dejado en tus manos que fotografiaras las nuestras, y en especial la de Ben. Acá pongo algunas de las fotos que tomé ayer de Ben en el parque y jugando baseball. Estarías muy orgulloso viéndolo lanzar la pelota y batear con la izquierda.

Friday, April 3, 2009

La clase

La clase era tres días a la semana a las ocho. Era peor unos días que otros. Él siempre llegaba con sus notas de lo que parecía ser un plan de clase. Ella, por nombrar a uno de los estudiantes, siempre venía a clase. Debe aclararse que no lo hacía porque tuviera algún tipo de interés en la clase, sino simplemente por costumbre, esa maldita costumbre que la tenía estudiando en una universidad asignada por sus padres y una carrera sugerida también por ellos. La clase de hoy no era muy diferente de las otras, y como no había quiz o examen, eran muy pocos los estudiantes presentes. La clase comenzó con el profesor hablando de tonterías acerca de lo que había hecho los días anteriores y los estudiantes respondiendo con una sonrisa forzada. Ella, al igual que el resto de sus compañeros, había aprendido a responder a cualquier chiste (o intento de chiste) con una sonrisa. La verdad no era difícil y era lo único que le gustaba hacer en la clase.

Su actitud siempre era la misma, de desagrado. El profesor, por otro lado, no se daba cuenta de la actitud de sus estudiantes, andaba más preocupado por la enseñanza del tema gramatical del día que por cómo se sentían sus estudiantes. Esto era algo contradictorio pues había escogido precisamente las humanidades porque quería sentirse más humano, estar más cerca de sus estudiantes