Monday, April 19, 2010

El tiempo pasa


Para mí el tiempo es algo fascinante. Cuando estamos haciendo algo aburrido, los minutos duran más de sesenta segundos, pero cuando hacemos algo que nos gusta, duran menos. Con los instrumentos que uso en mi trabajo pude determinar, en realidad, cuantos segundos hay en cada minuto. Debo admitir que aunque tenía grandes expectativas, nunca llegué a imaginar los resultados que obtuve después de dos meses de trabajo. Antes de hablar de los resultados, quiero explicar cómo realicé la investigación. Publiqué un anuncio en mi página Web en el que decía que buscaba personas interesadas en participar en un estudio sobre la felicidad y el aburrimiento. Para mi sorpresa, recibí más solicitudes de personas felices, lo que hizo más difícil la selección pues se requería una cantidad igual para felices y aburridos. La primera reunión que tuve con el grupo fue fascinante, comenzó con una discusión, un poco fuerte para mi gusto, sobre quiénes eran aquellos que pasaban más segundos en un minuto aburridos, y también los que pasaban menos segundos felices. En la siguiente reunión determinamos los escenarios en los cuales usaríamos los relojes instrumentales; y finalmente compartimos los resultados que aquí relaciono:
Los segundos en un minuto varían dependiendo del ánimo de cada persona, además del lugar donde se miden y con quién se mide. Por ejemplo, una pareja de esposos, ambos parte de mi estudio, asistieron a ver una película extranjera y el reloj instrumental de la mujer marcó 13 segundos por minuto, mientras el del hombre marco 48 segundos por minuto. Cuando les pregunté cómo se sintieron durante la película, la mujer me contó que la película “le había llegado al alma porque cuando niña había tenido una experiencia similar”. Ante la misma pregunta, el hombre me contó que aunque le gustó la película, se le “hizo un poco lenta”, no obstante aclaró que le gustó ver esa película con su esposa.
Sé que no lo notaste, pero ayer cuando fuimos a Maine, mientras estábamos en LL Bean, utilicé uno de los relojes instrumentales de mi laboratorio. Pude notar que cuando estábamos jugando juntos, con tus botas nuevas, el reloj marcó 5 segundos por minuto. Luego apliqué una de mis fórmulas matemáticas que tanto te aburren, y determiné que aunque tenés cerca de ciento cincuenta y ocho millones de segundos de vida, mi reloj instrumental sólo ha marcado menos de trece millones.
¡Gracias por hacerme tan feliz!
Feliz cumpleaños