Por
motivos que no me está permitido divulgar, nuestro querido Quimulá no ha podido
publicar como está estimulado en su contrato. Después de mucho debatirlo,
me pidió el favor que publicara su escrito. Yo he hecho algunas
correcciones que estimé pertinentes.
La facultad de medicina *
Martín
Castellanos, padre de Gabriela, se graduó de la facultad de medicina de la
Universidad Javeriana el día que Brasil se coronó campeón mundial de fútbol por
tercera vez. Él, bastante molesto,
no pudo ver el partido por televisión, aunque escuchó pedazos en el radio que
uno de sus compañeros había llevado.
Después de trabajar un año en el Hospital San Ignacio como médico
general, estudió una especialización y se convirtió en anestesiólogo. Fue allí donde conoció a la que se convertiría
en su esposa: Patricia Vieira.
Salieron por unos pocos meses, y tuvieron a Gabriela once medes después
de la boda.
Mi mamá
me contó alguna vez que el embarazo fue muy complicado. Patricia tuvo que
quedarse en casa desde el tercer mes porque había grandes posibilidades de
perder el bebé. Por este motivo
tuvo que dejar su trabajo y pasó los siguientes meses de embarazo en una gran
crisis emocional. No podía tomar
medicina para la depresión, y a pesar de sus constantes intentos por ayudarla,
fue muy poco lo que Martín pudo hacer por ella. Después que Gabriela nació, Patricia volvió a su trabajo, y
se interesó más por este último que por su propia hija. Esto molestó bastante a Martín, pero
decidió continuar su matrimonio buscando, erróneamente (palabras de mi mamá),
que Gabriela creciera en un hogar feliz.
Aunque
en la familia Castellanos Vieira sólo se hablaba de hospitales, enfermedades, y
medicinas, nunca se presionó a Gabriela para que siguiera los pasos de sus
padres. Aunque surtió un efecto
opuesto, ya que según ella nos lo contó, el hecho que sus padres no le
sugirieran que estudiara medicina se debía, principalmente, a que la
consideraban incapaz de hacerlo.
De nada sirvieron las muchas veces que Hugo y yo le dijimos que eso no
era cierto.
Yo
pienso que la presión que ella misma se debió haber puesto cuando tomó los
exámenes de ingreso, la hicieron perderlo. Cuando ya salía con Hugo, nos contó que su padre ofreció
ayudarla contactando a unos excompañeros para que le dieran la oportunidad de
tomar el examen nuevamente, pero Gabriela no se lo permitió. Ella quería entrar sin recibir ningún
tipo de ayuda por las influencias de sus padres.
Es así
como las entrevistas que comenzó a tener después que la conocimos, nos dieron a
todos la esperanza que, por fin, Gabriela podría estudiar medicina como tanto
lo había soñado. Era poco lo que
sabíamos del proceso, incluso Hugo sabía poco. Ella manejaba todo con un hermetismo total. El día que Colombia quedó eliminada del
mundial de fútbol en los Estados Unidos, recibí una llamada de Hugo donde me
contaba que Gabriela había sido aceptada.
Quisimos salir a celebrar, pero por la Ley Seca que existía en la
ciudad, ninguno de los bares estaba abierto. Por tal motivo, nos reunimos todos en la casa de Gabriela,
donde Martín nos había preparado una gran cena. Cuando le pregunté por su mamá, Gabriela me dijo que estaba
enferma. Muchos años después, Hugo
me contaría que Patricia nunca quiso ser parte de la celebración y por eso se
encerró en su habitación.
Continuará
* Escrito por Quimulá
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