Tuesday, April 12, 2011

La misión (Tercera Entrega)

El primer viaje dimensional


Se decidió que el primer viaje debería ser en una situación y un lugar con los que estuviéramos bastante familiarizados y evitar así confusiones de cuál era nuestro verdadero universo. Yo escogí un evento que pensé había cambiado mi vida: Haber vuelto de Chile a Colombia después de un año.
Logré conseguir unos pocos artefactos que me relacionaban con mi pasado en Chile y los llevé al laboratorio del profesor Flotta con el fin de crear mi portal artificial hacia aquel universo en el que yo continué mi vida chilena. Debo confesar que me encontraba bastante nervioso, y aunque no era el primero de la clase en hacerlo, sí era el primero que intentaba viajar a un país diferente.
Antes del viaje, revisamos los siguientes detalles:
  • El viaje al universo paralelo corría el riesgo de encontrarme con otro “yo”.
  • No sería un viaje en el tiempo pues yo llegaría al Chile actual (viernes 25 de febrero de 1994).
  • Aunque muy probablemente mi otro “yo” estaría estudiando en una universidad en Santiago, decidí llegar a Viña del Mar pues era una ciudad que conocía mucho mejor.
  • Mi tiempo de estadía sería de sólo ocho horas pues así no tendría qué preocuparme para encontrar un lugar para dormir. Si no volvía después de este tiempo, Flotta me traería a la fuerza.
  • Decidimos que llevaría dólares, pues al ser una moneda estable en este universo, asumimos que no debería ser tan diferente en el otro.
  • Debía llevar un diario muy detallado de las impresiones que me daba el universo paralelo.
  • En momentos de desespero, tenía que buscar puntos de contacto con la realidad. Estos le recuerdan a nuestro cerebro (que puede confundirse sin darnos cuenta) el universo en el cual nos encontramos y la fecha y hora. Los puntos de contacto más comunes son periódicos, revistas, o noticias en televisión.
Al ser este viaje experimental, no tuvimos que pedir autorizaciones de la parte administrativa de la universidad, así que decidimos que mi partida sería al medio día (2:00 pm hora chilena) y volvería a las diez de la noche hora chilena. Después de grandes cálculos matemáticos, determinamos que el portal uniría el laboratorio de Flotta con el Muelle Vergara en plena avenida Perú en Viña del Mar.










El viaje dentro de los túneles, aunque fue rápido, fue un poco incómodo ya que la presión causó bastantes molestias en mi cuerpo, en especial en mis piernas.

Al parecer hubo unos errores de cálculo pues no me encuentro en el Muelle Vergara sino en un centro comercial.

No sé que sucedió, pero estoy pensando que no llegué a Viña del Mar. A lo mejor es Santiago.

Necesito encontrar un punto de contacto con la realidad pues la incertidumbre me está agitando.

Mi agitación casi se convierte en un ataque de pánico cuando voy a la librería y al mirar el periódico me doy cuenta que no estoy en Chile, sino que estoy en Bogotá un viernes 25 de febrero y son las 12:03 pm.


Continuará...




Ir a "Mundos paralelos" (Primera entrega)

1 comment:

Gloria Orrego Hoyos said...

WOW!!!!!
MUY BUENO!!!!!! muy bueno!!!!!